ORQUESTACIÓN 1.- INSTRUMENTOS DE CUERDA (I)

  1. Instrumentos de cuerda
  2. Afinación
  3. Digitación
  4. Dobles cuerdas

1. Instrumentos de cuerda

La historia de la orquestación, como materia didáctica dentro del estudio musical, tiene una historia relativamente corta, pero si hay un grupo que a lo largo de dicha historia haya mantenido una posición fundamental como elemento preponderante dentro de la orquesta sinfónica, ese grupo el de cuerdas, o sea, el de los violines, violas, cellos y contrabajos. Es evidente que los compositores han considerado a los instrumentos de madera y a los de metal —obviamente con importantes matices a lo largo de los diferentes periodos históricos— casi como accesorios, encomendando la mayor parte de su material musical, en esencia, a los instrumentos de cuerda.

El porqué de esta predilección, debemos buscarla, por lo menos en parte, en la superioridad que las cuerdas demuestran en muchos e importantes aspectos. Son instrumentos incansables que pueden ejecutar cualquier tipo de música, además de poseer una capacidad dinámica y expresiva mucho más rica que la de los instrumentos de viento. La coloratura de los instrumentos de cuerda es bastante homogénea de un extremo al otro, y las variaciones en los diferentes registros son considerablemente más sutiles que las que se producen en los instrumentos de viento. Otra ventaja de los instrumentos de cuerda es que son más versátiles en la producción de diferentes clases de sonido, y en cuanto al timbre, al ser ricos en armónicos, se pueden practicar toda clase de posiciones, ya sean abiertas o cerradas. Su timbre no causa tanta fatiga auditiva como sucede con los instrumentos de viento; de hecho, existe toda una serie de composiciones escritas para orquesta de cuerda sin instrumentos de viento.

Una sección de cuerdas típica dentro de una orquesta sinfónica, consta de forma habitual de 16 primeros violines, 14 segundos violines, 12 violas, 10 violonchelos y 8 contrabajos. Evidentemente pude haber variaciones en estas cifras, ya sea por exigencias de los directores o condicionadas por otros aspectos, como por ejemplo las dimensiones del escenario.
Sección de cuerdas típica dentro de una orquesta sinfónica

2. Afinación

Veamos cómo es la afinación de las cuatro cuerdas de cada uno de los instrumentos de la familia. Se debe tener en cuenta que, en el caso del contrabajo, el sonido real es una octava más baja que las notas escritas.

Afinación de los instrumentos de cuerda

La altura de una cuerda que está vibrando se puede expresar en término de frecuencia, o lo que es lo mismo, la rapidez de sus vibraciones. Por poner un ejemplo, la cuerda más aguda de la viola suena como la nota “la” que se utiliza como referencia en la afinación actual y que tiene una frecuencia de 440 hertzios, o sea, que vibra 440 veces por segundo.

La escala musical medida en hercios

La altura tonal de una cuerda varía a medida que aumentamos o disminuimos su tensión. Los instrumentos de cuerda se afinan mediante las clavijas a las que están sujetas las cuerdas. Si tensamos una cuerda, la frecuencia de sus vibraciones aumenta, lo que quiere decir que su altura tonal también aumentará.

El peso de las cuerdas también tiene una influencia más que considerable en la frecuencia de su vibración. Las cuatro cuerdas de un violín, por poner un ejemplo, pueden tener la misma longitud, pero, sin embargo, tener una altura tonal muy diferente, ya que están fabricadas de forma intencionada para que su peso sea distinto. Siguiendo este mismo principio, se pueden afinar las cuerdas en diferentes alturas tonales sin que haya demasiada diferencia en sus tensiones. Las cuerdas graves no solo son más gruesas, sino que también son más pesadas, ya que suelen fabricarse rodeándolas con un entorchado de acero o con un fino hilo de cobre, plata, aluminio u otros metales.

Cada una de las cuatro cuerdas del violín tiene
su propio peso y diámetro

La longitud de la cuerda también es un factor determinante a la hora de precisar su altura tonal. Cuanto más larga es una cuerda, más lentamente vibra, cuanto más corta, más rápido lo hace. Un principio físico básico determina que dividiendo por la mitad la longitud de una cuerda, duplicamos su frecuencia, lo que implica elevar su altura tonal en una octava.

Relación longitud/frecuencia de la vibración de una cuerda

3. Digitación

En los instrumentos de cuerda, la acción que realizan los dedos de la mano izquierda al presionar la cuerda en vibración contra el mástil, acorta la longitud de la misma, con lo cual elevamos su altura tonal. Dicho de otro modo, el arco pone en vibración la cuerda, y la altura tonal del sonido que produce ésta, vendrá determinado por la distancia que media entre el dedo que la presiona y el puente, el resto de la cuerda permanece en silencio.

Partes de un violín

Si se tiene en cuenta que al dividir en su mitad la longitud de la cuerda ésta sonará una octava más aguda, si se presiona exactamente en el punto que media entre el puente y el clavijero, la nota resultante será una octava más aguda que la nota producida con la cuerda sonando al aire.

Si de nuevo queremos elevar la altura tonal otra octava más, encontraremos el punto donde debemos pulsar, justo en la mitad de la distancia desde el punto medio anterior al puente, es decir, tres cuartos del total de la longitud de la cuerda a partir de la cejuela.

Relación longitud/octava de una cuerda

Todo esto no es más que un principio físico fundamental que viene a demostrar que querer hacer sonar un intervalo determinado no significa cubrir una determinada longitud de la cuerda, sino que lo conseguiremos aumentando o disminuyendo proporcionalmente la longitud de la cuerda a medida que la mano se mueve hacia el puente o hacia la cejuela. Cuando se ejecutan una serie de intervalos iguales en una cuerda, los dedos no miden divisiones iguales de longitud de cuerda, sino divisiones proporcionales. Pongamos un ejemplo: en la viola, una segunda mayor sobre una cuerda al aire significa una distancia aproximadamente de 38 milímetros, mientras que el mismo intervalo en una posición más aguda mide unos 12 milímetros. Una segunda mayor sobre una cuerda al aire del violín mide aproximadamente 32 milímetros, en el violonchelo aproximadamente 67 milímetros, y en el contrabajo aproximadamente 108 milímetros.

Posición de las notas en el mástil de un violín

Otra característica reseñable de la digitación de las cuerdas es que cuando tenemos la mano en una determinada posición, los dedos pueden fácilmente presionar cualquiera de las otras cuatro cuerdas sin necesidad de mover la mano. Cada una de las posiciones se identifica con un número derivado del número de notas diatónicas que hay entre el primer dedo y la cuerda al aire. Se debe tener en cuenta que en cuanto a digitación se refiere, es el índice y no el pulgar el considerado como primer dedo.

Digitación de la cuerda "la" de un violín

4. Dobles cuerdas

Se pueden oprimir dos cuerdas adyacentes de tal manera que el arco pueda hacer sonar dos notas a la vez. A esta técnica se la denomina “dobles cuerdas”. También es posible realizar la misma técnica con tres y cuatro cuerdas, aunque siempre debemos tener presente una limitación física, y es que el arco no va a poder prolongar simultáneamente el sonido de tres o cuatro cuerdas.

Dobles, triples y cuádruples cuerdas

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